Cerca de Sabana Grande, por el Beco de Chacaíto, hay un árbol que Kael me hizo notar porque estaba lleno de pájaros. Es un árbol ruidoso, que está rascándose todo el tiempo, temblando, con escalofríos. Las personas pasan a su lado como si nada, pero Kael acudió a su llamado y me lo mostró un día que caminábamos por ahí. A la salida de mi trabajo actual, por la Avenida Méneres de Porto, en Portugal, hay una calle que tiene al menos cuatro de esos árboles, uno al lado del otro. Es una calle sin comercios, donde lo único que se oye al transitar por ella es el trino de los árboles. Cuando encontré este poema de Ruy Belo (que a continuación les copio, leo y traduzco) pensé en ese árbol de Caracas, árbol de pájaros, y también en los de la Avenida Méneres,
árvores de pássaros. Me di a la tarea de traducírselos y de anotar lo que trabajar con dos lenguas nos puede llevar a pensar. O me llevó a pensar a mí.
Lectura para el Apéndice
No comments:
Post a Comment